Según una versión común, el psicoanálisis seria el garante de un orden sexual y del desarrollo maduro y viable de la subjetividad humana. La versión clásica del complejo de Edipo y de la dicha ley simbólica instituye una cierta organización de la sexualidad y ciertos usos del cuerpo y legitima el orden establecido por los lazos de poder entre los sexos y las sexualidades. Sin embargo, ¿podemos quedarnos a esta versión del psicoanálisis que pretende predisponer un funcionamiento universal de nuestro psiquismo? Nuestro propósito es de interrogar el revés político del discurso analítico y de cuestionar la dimensión ontológica de su proprio dispositivo a la luz de las teorías de género y particularmente del pensamiento de J. Butler. Se trata así’ de resinificar el orden simbólico en cuanto forma histórica e instituida de las relaciones de poder. […]