Hay muchas razones por las que esta nueva edición de Patriarcado y acumulación a escala mundial supone un acontecimiento oportuno. Considerado, ya en la década de los años noventa, un clásico de la literatura feminista y de lectura obligatoria para activistas e investigadores del creciente movimiento antiglobalización, el libro no solo es tan relevante hoy como cuando se publicó por primera vez, sino que ahora se dirige a un público aún más preparado a fin de apreciar su contenido y metodología. Al enfocar y proponer una lectura de la historia del mundo basada en la «producción de vida» y en la lucha contra su explotación, este libro habla directamente de la crisis que tantos están sufrien-
do actualmente, enfrentados a la constante destrucción de vidas humanas y del medio ambiente; este tiempo en el que incluso los movimientos de masas más poderosos se ven incapaces de lograr un cambio social positivo está provocando una búsqueda de nuevos paradigmas.
Patriarcado y acumulación a escala mundial recupera, para una generación más joven, radicalizada por el movimiento Occupy y los movimientos de las plazas,1 el corazón radical del feminismo, enterrado bajo años de cooptación institucional así como de negación posmoderna de cualquier espacio común o de puntos
de confluencia entre mujeres. Recupera la sensación, tan poderosa durante la primera fase del movimiento feminista, de que hablar de las mujeres supone tocar algo totalmente fundamental tanto en la historia como en nuestra vida cotidiana. Porque, tal y como señala Mies, las mujeres no son solo un grupo cualquiera de seres humanos entre muchos otros, ellas son las que, en cualquier época y sociedad, han producido la vida en este planeta y de cuyo trabajo, por lo tanto, depende todo el resto de actividades. Desenterrar y trazar el camino que nos lleve al origen de la explotación de las mujeres es preguntar por qué y dónde la historia «tomó la dirección equivocada»; cuáles son las auténticas fuerzas que han dirigido la historia del mundo y cuál es el auténtico rostro, la realidad del sistema capitalista en el que vivimos […]