Cita sugerida (APA): López González, A. (1996). Rosario Castellanos: lo dado y lo creado en una ética de seres humanos y libres. Política y cultura, (6), 77-84.
El testigo modesto es quien envía y recibe los mensajes de mi correo
electrónico. Vamos a investigar cómo esta posición de sujeto está
entretejida en las redes aquí trazadas. El testigo modesto es una figura en la red narrativa de este libro, que trabaja para refigurar los sujetos, los objetos y el comercio comunicativo de la tecnociencia en diferentes tipos de
nudos. El proyecto de refiguración materializada me consume; creo que es lo que está ocurriendo en los proyectos mundanos del feminismo y la tecnociencia. Una figura une a la gente; una figura da cuerpo a significados compartidos en historias que habitan en sus públicos. Tomo el término
testigo modesto del importante libro de Steven Shapin y Simon Schaffer (1985), Leviathan and the Air-Pump: Hobbes, Boyle, and the Experimental Life. Para que sea visible la modestia a la que se refiere el párrafo anterior, el hombre –el testigo cuyo relato es un espejo de la realidad– debe ser invisible, es decir, un habitante de la potente “categoría no marcada”, que se construye en la extraordinaria convención de la auto-invisibilidad. En los
maravillosos y sugerentes términos de Sharon Traweek, tal hombre debe habitar el espacio percibido por sus habitantes como “la cultura de la no-cultura” (1988). […]
En este artículo recorreré la obra de Gloria Anzaldúa reflexionando en torno a la potencia de las escrituras con vocación autobiográfica, que son articuladas por esta autora a partir del concepto de autohistoria, el cual es desarrollado en sus escritos tardíos. La noción de autohistoria nos interroga acerca de los límites de lo íntimo y fuerza las barreras que construyen los silencios que ordenan qué es lo que puede ser dicho y qué es lo que conviene callar. A través de este concepto, Anzaldúa desmonta los mandatos del buen decir y escribe contra sí misma (flores, 2009) para rescatar un conjunto de memorias que, por monstruosas y contradictorias, desafían, desde lo más profundo de sus entrañas, los imaginarios que articulan los múltiples mundos desde los que esta autora levanta la voz […]
La expansión de los derechos humanos, así como su defensa e institucionalización, se ha convertido en el lenguaje indiscutible, aunque no la realidad, de la política global. Este texto plantea la cuestión del universalismo en los sentidos cultural, metafísico, moral y legal en referencia al debate contemporáneo sobre los derechos humanos. Defiendo que existe un derecho moral fundamental, el «derecho a tener derechos» (Hannah Arendt) de todo ser humano a ser reconocido por otros, y a su vez reconocer a otros, como una persona con derecho a respeto moral y a derechos legalmente protegidos dentro de una comunidad humana. Los derechos humanos articulan los principios morales que protegen la libertad comunicativa de los individuos. Estos principios morales son distintos de la positivización legal y de la especificación de estos derechos; existe sin embargo una conexión necesaria y no meramente contingente entre los derechos humanos en tanto que principios morales y su forma legal. La unidad y diversidad de los derechos humanos sólo se puede defender desde la base de un compromiso con formas democráticas de gobierno así como con una sociedad civil y una esfera pública libres. «Otro universalismo» sugiere que los procesos de aprendizaje y las conversaciones, así como los enfrentamientos sobre el alcance y la justificación de los derechos humanos, no son discusiones globales. […]