La violencia por medios sexuales y el asesinato a manos de fuerzas policiales en detenciones ha logrado mayor visibilidad con el accionar en redes sociodigitales, particularmente desde el movimiento feminista y antirracista. La circulación de imágenes sobre estos acontecimientos y las movilizaciones surgidas en respuesta a dichas violencias son indexadas con un hashtag en las plataformas sociodigitales, formando un tipo de archivo-repertorio de memorias a revisitar. Las preguntas que responde esta investigación son ¿cómo se vinculan memorias de diferentes territorios y temporalidades a través de imágenes en redes sociodigitales indexadas con un hashtag? y ¿qué papel juegan los afectos en dicha vinculación? El análisis se fundamenta en un trabajo de etnografía digital realizado entre 2021 y 2022 con el #NoNosCuidanNosViolan, con destaque para el caso de una publicación realizada en 2020 en Instagram y una entrevista a profundidad con su autora. De lo revisado se concluye que la circulación de imágenes con un hashtag en la que se apropian y/o refieren luchas de otros territorios y tiempos conecta memorias en una práctica de ensamble impulsada por los afectos impregnados en las imágenes de los acontecimientos del pasado. […]
En México, el movimiento de mujeres emerge con las características sociales propias de un país producto de la invasión y dominación de las culturas indígenas por La conquista y colonización española. Es en este contexto que se inscribe la vida de las mujeres mexicanas. A lo largo de la historia, nuestro país no ha dejado de buscar la integración de estos orígenes en una nación mexicana que reconozca esta doble herencia. El movimiento de las mujeres o movimiento feminista nace y se desarrolla en este entorno inherentemente injusto, difícil, pero también combativo. Desde sus inicios, ha luchado abiertamente contra la opresiva moral católica que ha afectado la vida de las mujeres y su relación con los varones, tanto en la sexualidad, la familia y el trabajo, como en lo social y político. Reconocemos que la presencia de mujeres indígenas en las filas del EZLN contribuyó a legitimar la participación política e insurgente de las mujeres, no sólo em México, sino en el mundo. Este movimento imprimen una calidad a muchas organizaciones hacia los esfuerzos en contra del sistema capitalista, a deslindarse del feminismo que solo ve la subordinación a los varones y deja de lado las múltiples subordinaciones cotidianas y rastreras que nos impone el capitalismo bárbaro y salvaje que destruye no sólo al planeta, sino toda posibilidad de supervivencia humana en armonía y justicia. […]
¡A desordenar! conjuga una escritura autobiográfica con un análisis minucioso de los eventos históricos vividos en tumultuosos procesos colectivos. En 1995 Raquel Gutiérrez Aguilar estaba confinada en una cárcel de la ciudad de La Paz, Bolivia. Su situación era índice de una derrota mayor: el triunfo de las políticas neoliberales en América Latina dejaron un paisaje desolador de fragmentación de las clases populares y el conjunto de las fuerzas de izquierda. El impulso político-personal de este singular texto que hace un balance crítico de las prácticas y concepciones de las organizaciones revolucionarias de las que la autora fue parte, plantea la premisa intuitiva de que una construcción transformadora tiene la necesidad de desordenar antes que de sustituir un orden por otro. Es el movimiento mismo de desordenar el que reanima las capacidades del hacer autodeterminado, llevando la imaginación a nuevos horizontes y nutriendo modos de apropiación de la decisión política. […]