En su origen, Ir más allá de la piel estaba concebido a modo de respuesta a las preguntas que se plantearon en las tres conferencias que impartí en el California Institute of Integral Studies [Instituto de Estudios Integrales de California] en el invierno de 2015. Estas versaron sobre el significado del cuerpo y la política del cuerpo en el movimiento feminista de la década de 1970 y en mi propia obra teórica. Estas conferencias tenían varios propósitos: destacar la contribución del feminismo de los años setenta al desarrollo de una teoría sobre el cuerpo, que tanto han minusvalorado las nuevas generaciones de feministas; reconocer, al mismo tiempo, su incapacidad para idear estrategias que pudieran cambiar de forma significativa las condiciones materiales de la vida de las mujeres; y presentar el marco que desarollé en Calibán y la bruja para examinar las raíces de la explotación a la que han estado sometidas las mujeres en la historia de la sociedad capitalista. […]
En este texto pensaré la idea de archivo y su conexión con los activismos feministas y sexo disidentes construyendo una reflexión encarnada en torno al trabajo de Biblioteca Fragmentada y de Archivos Feministas. Hilando memorias y conversaciones entre amigas, dos proyectos digitales desarrollados en Chile.
Recorriendo la historia y desarrollos de ambos proyectos, intentaré proponer preguntas acerca de las posibilidades de internet como campo de disputa y espacio para la articulación de comunidades difusas, colaborativas y en red, capaces de imaginar nuevas formas de compartir y de disputar los sentidos de lo en común. […]
Los avances tecnológicos aplicados a la información son rápidos y masivos. Los cambios que producen afectan a la interacción del sujeto con el mundo, lo cual exige una constante desconstrucción tecnológica en las rutinas básicas de las personas. Quien no domina estos ciclos queda en desventaja, en comparación con aquellos que consiguen articularse. Apartarse de las Tecnologías de la Información, en la mayoría de los casos, es un estado de restricción derivado de recursos económicos, la infraestructura del contexto, limitaciones en educación y alfabetización informacional, restricciones de acceso a mercados laborales o paradigmas mentales socioculturales. Estas desigualdades crean brechas complejas de naturaleza multidimensional y desarticulan de las TIC a los grupos afectados, uno de los cuales son las mujeres. Este fenómeno se ha denominado la Brecha Digital de Género (BDG). Este artículo presenta esta problemática, introduciendo una recapitulación sobre los antecedentes de la exclusión de la mujer en la historia de la informática, los problemas existentes en cuanto al ingreso femenino en carreras de ingeniería e ingeniería informática y la existencia de condiciones sexistas en el mercado laboral de la industria de la computación. Posteriormente se recapitulan modelos teóricos relevantes referentes a la exclusión digital de género, para finalmente discutir la cuestión sobre la medición de la BDG, debatir sus características, y plantear una propuesta complementaria basada en el mapeo de imaginarios. […]