La idea de hacer un número sobre las luchas políticas de las feministas y mujeres en América Latina y El Caribe surge del encuentro entre nosotras: Sabine Masson (suiza), Ochy Curiel (dominicana) y Jules Falquet (francesa) que coincidiendo en el continente latinoamericano y caribeño, tanto por cuestiones personales, como por luchas políticas, hemos reflexionado y debatido sobre las barreras de raza y clase que nos cruzan a las feministas de muchas partes del mundo y que evidencian las tensiones en las relaciones Norte-Sur.
Producto de estas barreras, las experiencias políticas y construcciones colectivas de muchas feministas y mujeres, como las latinas y caribeñas, no son conocidas por otras de otras latitudes, sobre todo en el norte; mucho menos forman parte de los intereses académicos de las revistas feministas. Esta fue la razón fundamental que nos motivó a organizar el presente número de esta revista francófona con base en la necesidad de concretizar la desconstrucción de esas barreras, aunque fuera sólo a nivel experimental y de búsqueda, pero con una intensión política que nos ayude a construir la utopía feminista con la que soñamos. […]
En la escritura de las mujeres de color, la mujer, la experiencia, la diferencia y la identidad se tornan articulaciones ya no lineales sino desmontables, que requieren ser revisadas desde espacios capaces de movilizar ya no sólo certezas o verdades últimas, sino más bien, preguntas, dudas y contradicciones. […]
men: Los nombres del feminismo son actos de xenoglosia que diseminan otros regímenes de habla y escritura, susceptibles de desajustar los formatos regularmente conocidos, legibles y legítimos. Son actos alquímicos que inventan modos de existencia, lenguas extrañas, formas de hacer (micro)política, con los residuos de la máquina semiótica heteropatriarcal que gobierna las palabras y las vidas, y también con los desechos de la institucionalización y normalización del feminismo. Nombres como micro-creaciones de fcciones que montan nuevas conexiones de intensidades, diseminan signifcados inéditos de la resistencia sexo-política desde el sur, con sus marcas inesperadas, sus texturas ásperas, sus tonos extravagantes. En estas errancias por los nombres, hurgando en los remanentes de la hipervisibilidad, el cuerpo se torna plataforma sensible y política de subversión feminista y, desde cinco febriles alquimias del cuerpo como técnicas del saber corporal, habilidades políticas, constelaciones afectivas y micropotencias eróticas del hacer feminista, se compone un feminismo excrementicio […]