El escrito toma como objeto las cartas familiares (publicadas) de Manuel Puig con el fin de pensar el género autobiográfico. Se describe el intercambio postal entre el escritor argentino y su familia [Puig, Manuel. Querida Familia: Tomo 1. Cartas europeas (1956-1962). Buenos Aires: Entropía, 2005; querida Familia: Tomo 2. Cartas americanas. New York – Río (19631983). Buenos Aires: Entropía, 2006]. Las vivencias cotidianas puestas en palabras poética por Puig demuestran una restauración de la oralidad familiar, en especial, en su aspecto imitativo de la voz materna. El ensayo, a su vez, se apoya en la teoría queer para leer el ocultamiento de la sexualidad del escritor a los ojos de su familia. […]
En los últimos años asistimos a un rebrote de las culturas públicas en torno al trauma sexual que no está necesariamente centrado en diagnósticos médicos ni en víctimas inocentes (Cvetkovich, 2018) sino, más bien, en las huellas del trauma en la experiencia cotidiana y las diversas maneras en que se lidia con ellas. En este trabajo nos enfocaremos en la novela gráfica de lx dibujantx no binarix transfeminista Femimutancia –seudónimo de Julia Inés Mamone o Jules– Banzai (2021). Nos interesa abordar esta obra con referencias autobiográficas para hallar allí una respuesta afectiva y creativa al trauma depositaria de una agencia que no reniega del dolor y de la vergüenza, sino que se funda en ellos, afectos que le han dado históricamente vitalidad a las culturas queer (Cvetkovich, 2018). Daremos cuenta de la inherente fragilidad de esta agencia construida sobre ruinas. Asimismo, buscamos exponer las prácticas que rodean la producción y la recepción de esta historieta queer en sus esfuerzos por hacer público y generar una audiencia colectiva para el trauma disolviendo de esta manera la frontera entre la vida íntima, la respuesta afectiva privatizada (Cvetkovich, 2018) y la vida política, haciendo aflorar afectos visceralmente políticos. […]
Este texto expone el recorrido por un conjunto de fotografías, videos y audios, que transitan por los barrios populares de Santiago, por las marchas, las instituciones emblemáticas y algunos estudios de fotógrafos chilenos. La inscripción de estos registros, de alguna manera, alimenta al presente de información sobre el pasado constituyéndose en archivos de memoria. Reunidos en la exposición ARDER de Pedro Lemebel, estos registros se relacionan con los eventos del pasado reciente que han dañado la memoria colectiva, un daño irresuelto sobre el que cabe insistir. De modo que estos trabajos visuales, audiovisuales y sonoros, considerados como archivos, abren el espacio para experimentar el pasado desde otros sentidos y reactivan la experiencia de esa energía de transformación social que, durante la dictadura, impulsó la lucha por los derechos humanos. […]