Cita sugerida (APA): Boyer, A. (2004). Irigaray y la cuestión de la diferencia sexual. Eidos: Revista de Filosofía de la Universidad del Norte, (2), 91-105.
El término “querella” connota lucha, transgresión. Al referirme a este fenómeno histórico y literario, voy a hablar algo de transgresoras, que es una figura de mujer que me interesa mucho y que seguramente he encarnado y
encamo en algunos aspectos de mi vida, pero voy a intentar hablar sobre todo de libertad femenina en la historia. Pienso que la transgresora busca y logra liberarse en todo o en parte del arquetipo pero, al hacerlo, se mantiene
dentro del orden simbólico -del régimen de significado- que ese arquetipo sustenta; pienso que esas mismas transgresoras, así como otras mujeres del presente. y del pasado, además, han buscado y hallado un sentido de sí en femenino en la reflexión y en la escritura de su experiencia personal y en la relación con otras mujeres.1 Al hacerlo, pienso que han dejado de lado el orden simbólico patriarcal y se han situado en un orden simbólico -en un régimen de
significado- de genealogía distinta, un orden de genealogía femenina que Luisa Murara ha llamado “orden simbólico de la madre”.2 Es en este orden donde es posible la libertad femenina.
La libertad femenina ha sido definida como: sacar del estado de constricción los elementos para superarlo, pero también, si esto fuera imposible, para aceptarlo lúcidamente. De este modo, el sentido de la existencia femenina no viene de fuera: nace de dentro, y así se desplaza el límite entre no libertad y libertad) […]
En el siguiente artículo se analiza una importante exponente del feminismo posmoderno: Luce Irigaray, autora que ha influenciado distintas corrientes del feminismo a partir de la elaboración teórica realizada, como es el feminismo de la diferencia. Dicha autora plantea la necesidad de crear rupturas centrales y determinantes con el pensamiento occidental, masculino, moderno, falocéntrico y dominante, que ha estado presente en el desarrollo de la humanidad, en especial en la sociedad occidental (nos remitimos a este espacio geográfico dado que la mayoría de sus postulantes provienen de las sociedades occidentales del mundo desarrollado). […]
En el presente artículo establezco, en el marco del feminismo de la Diferencia Sexual, una discusión sobre subjetividad política entendida fundamentalmente como experiencia de poder y deseo en las mujeres, constituida a partir de la des-identificación y desterritorialización de los lugares asignados de género, y expresada en una revolución cultural que desborda los marcos falocéntricos instituidos. […]