El presente artículo propone iniciar una reflexión en torno a la producción de estadísticas sobre los casos judiciales relacionados con las violencias intrafamiliares, en general, y sobre las violencias contra las mujeres en particular, en Chile. Para ello se procede al análisis de documentos estadísticos propuestos por las propias instituciones de justicia, y por organismos que observan su trabajo y que participan en la construcción de la problemática. Se plantea que, si bien en Chile la judicialización de la temática de las violencias intrafamiliares ha sido planteada desde el mantenimiento del modelo familiar tradicional, lo cual se refleja en el propio nombre de la ley, la politización de este asunto ha estado estrechamente vinculado a la construcción de la mujer víctima y del hombre agresor. En ese sentido resulta determinante poder comenzar a establecer categorías diferenciadas que nos permitan tener un verdadero reflejo de la envergadura de este problema público, pero también una caracterización diferenciada que implique el desarrollo de respuestas en adecuación a las necesidades de la ciudadanía. […]
En este artículo examino una serie de producciones de hijas de desaparecidos en Argentina. Los relatos ¿Quién te creés que sos? de Ángela Urondo Raboy (2012) y Aparecida de Marta Dillon (2015), y la instalación audiovisual Operación fracaso y el sonido recobrado de Albertina Carri (2015). Propongo que la experiencia de ser hija de desaparecidos y, luego, madre de nietos de desaparecidos, encuentra en la autoficción una forma de poder ser narrada y elaborada para sí y para otros. A partir de la experiencia de la propia maternidad, estas hijas despliegan un trabajo de narración y transmisión hacia las futuras generaciones, que supone una apertura hacia el futuro y una identificación con la propia madre. Ambas figuras de la madre, la madre-muerta y la hija-madre, se conforman como el motor de las obras. Escribir para saber, escribir como parte de un trabajo de duelo y también para transmitir y legar relatos a las futuras generaciones. […]
Amy Tan, figura representativa de la literatura chinoamericana, consiguió un éxito sin precedentes tanto de crítica como en el mercado con su primera novela The Joy Luck Club. Esta autora logró que las editoriales del mundo occidental volvieran a depositar su atención en la literatura chinoamericana, una rama importante de las literaturas étnicas e híbridas. En este artículo realizaremos un análisis comparativo y descriptivo de las dos versiones castellanas de The Joy Luck Club con el fin de reflexionar sobre cómo traducir el multiculturalismo, el tercer código y la hibridación lingüística y cultural por las que se caracterizan las obras postcoloniales, que en sí mismas ya constituyen una traducción cultural; en concreto, exploraremos si la extranjerización o la familiarización resultan suficientemente eficaces a la hora de traducir estos textos postcoloniales. […]