Elsa Dorlin en Defenderse: una filosofía de la violencia (2018a) y en el “Manifiesto de autodefensa femenina ¡Ya es tiempo!” (2018b) entenderá la construcción del sujeto político revolucionario a partir del papel primordial de la rabia en la politización de las experiencias vividas de dominación. Para ello, acuña una fenomenología de la presa, que definiría lo que es ser una mujer sobre la cual sostiene que la politización de las subjetividades no depende siempre de la responsabilidad de los colectivos formados por los violentados porque para la mayoría de ellos puede ocurrir que o bien no haya colectivo posible o que el mismo no les acompañe hasta la puerta de sus casas. Más aún, la autora argumenta que la única manera de que los hombres comprendan los efectos de ser una mujer es a través de una pedagogía brutal que apuntaría a convertirnos a todos en vidas a la defensiva. Intentaremos mostrar cómo un discurso crítico del sujeto moderno, en sus efectos, revitaliza ciertos aspectos del sujeto liberal. Concluiremos que el modo en que Dorlin concibe el paso a las estrategias de resistencia violenta se encuentra cargado de optimismo cruel (Berlant, 2011b) reforzando las tecnologías de auto-precarización afectiva (Cano, 2018) vitales para la gubernamentalidad neoliberal. […]
La ciencia ficción es una vertiente de la literatura en constante expansión pero aún muy poco conocida, sobre todo entre el público femenino, por el prejuicio de que es un género orientado al lector masculino y tecnófilo. Aquí pretendo rebatir este prejuicio reflexionando sobre el trabajo realizado por las autoras de CF y sobre el impacto del feminismo en el debate académico en torno a la naturaleza misma de la CF, en especial dentro del entorno estadounidense. También analizo de manera comparativa cuatro muestras muy dispares del género de la CF. Se trata de dos libros escritos por mujeres –La mano izquierda de la oscuridad (1969) de la norteamericana Ursula K. Le Guin y La mutació sentimental (2007) de la catalana Carme Torras– y de otros dos libros escritos por hombres pero protagonizados por mujeres: Matter (2008) del escocés Iain M. Banks, y El mecanoscrit del segon origen (1979) del catalán Manuel de Pedrolo. […]
Este texto tiene dos momentos distintos, empecé a escribirlo en marzo y lo terminé en junio. Su escritura me llevó por los caminos del recuerdo, así es que mezcla relato de historias vividas y reflexiones sobre la Amistad, concluye con las construcciones colectivas, difíciles y arduas. Su lectura me sirve para situar a Margarita Pisano en mi vida y en la experiencia de haber sido su amiga por más de un cuarto de siglo. Tal vez, a alguien más, le sirva para reflexionar sobre la Amistad Política y sus enseñanzas. […]