Paco Vidarte

Por una política a caraperro. Placeres textuales para las disidencias sexuales

Si volviera a nacer, volvería a ser maricón. O lesbiana. En esto coincidimos todos, al menos todos los que seguimos vivos heroicamente en una sociedad heterosexista y homofóbica porque hemos conseguido salir indemnes con mejor o peor suerte de sus criminales políticas de propagación del VIH, de acoso y persecución institucional y social desde pequeños hasta mayores. Esto es el orgullo gay, no otra cosa. Orgullo de seguir vivos y haber sorteado todo un dispositivo de disuasión encaminado a reprimir, desviar, invertir, obstaculizar, penalizar, martirizar física y psicológicamente nuestra preferencia sexual. […]

Alberto Berzosa

El libro del buen amor. Sexualidades raras y políticas extrañas

¿?mor? ¿Y tú me lo preguntas? No, nos preguntan otros: ¿por qué lo habéis puesto con una A invertida? Por supuesto, ante una pregunta lo mejor es no responder o responder con otra. Si una responde, es responsable, y si respondes con otra pregunta, eres extraña, rara, gallega. Nosotras somos irresponsables y raras. Una que crea un extrañamiento, una incomodidad, un desplazamiento. Y una inversión y, un poco más allá, una profunda reversión. Somos invertidas. Divertidas, subversivas y pervertidas. Esa es una errata: errar, en el sentido de vagar; errar, en el sentido de equivocarse. Fe de erratas. Tenemos fe en las erratas. Siempre nos equivocamos con el ?mor. Errar es humano, aunque quizás los sujetos abyectos no somos humanos. Herrar es humano, que diría un caballo. No queremos
herraduras, pero sí erraduras.
En matemáticas, el símbolo ? significa «para todo». Y eso es parte de nuestra reflexión. El amor se ha utilizado para todo, que es lo mismo que para nada, amar sin amar. Lo indiferente. Como comodín universal, valor supremo que borra las diferencias de clase, de raza, de género, sin genealogía ni historia, sin memoria, con un deseo petrificado y un porvenir previsible, consumible. «Todo lo que necesitas es amor». Queremos cuestionar ese «para todo» en este libro y escuchar las diferencias, lo no universal, escuchar lo particular, en su dolor y en su gloria. […]