Perladas cicatrices: signos memoriosos en Pedro Lemebel
Pedro me llama, me invita, me abre la puerta de su casa. Yo entro en ella como “Pedro por su casa” y me contento en su terreno fértil. La risa fácil y el verbo aguja nos cubre siempre que estamos juntos. Así, de esta forma, cercana, próxima a lo amoroso, tomo esta otra invitación para leer y decir, públicamente, sobre su libro De perlas y cicatrices […]