Gilda Luongo

Geografía poética desobediente de un cuerpo-mujer sudaca en Caguama. Escritos de una lesbiana gorda de Gabriela Contreras.

Gabriela me pide que escriba sobre su libro de poesía: Caguama. Escritos de una lesbiana gorda, 2022, Ediciones Invertidas, México. Lo hace, pienso, movida por esa proximidad que hemos levantado como argamasa. Este tiempo hemos compartido cercanas por su laboriosidad como directora, gestora de la editorial FEA (Feminismo, Estrías, Autogestión): “Hagamos las cosas de otra manera, Gilda”, fue su acogida para mi indecente deseo de publicación allí. FEA: un espacio editorial que la poeta no quiere llamar independiente, sino autónomo a boca llena. Un lugar libertario para quienes sentimos la necesidad de respirar otros aires. No, me digo, Gabriela Contreras no es predecible en este paisito triste, ocupa un lugar contracultural y se mueve como una tortuga, como una Caguama valerosa-laboriosa en estas aguas nuestras y ajenas, turbulentas, oscuras, densas, claras a veces, sinuosas, pesadas y livianas, mal-bien olientes. Así surge entre las dos una complicidad intensa con bordes amorosos desde nuestras diferencias diferentes: cuerpos, edades, historias, sexualidades, territorios, orígenes de clase, sentipensares, ideologemas, posicionamientos feministas, emociones, contradicciones. […]

Gilda Luongo

(Re)vueltas memoriosas de una (im)posible feminista añosa

Mirar(me). Las entrañables compañeras feministas mendocinas me piden “algo” de mí o sobre mí. Un escrito que diga mis caminos, sinuosos tránsitos vitales, autobiográficos. No lo he hecho hasta ahora de este modo. Sólo he vagado poniendo la piel y los ojos grandes en mis trayectos de investigación a manera de posicionamiento en relación con los lugares académicos (des)habitados. Esos lugares institucionales incómodos que solo amé en sus entradas y salidas escriturales. No obstante, si pienso más detenidamente, sí he producido, de modo fragmentario, textos creativos que intentan asediar lo autobiográfico para unas memorias que están en barbecho aún. Ya les llegará el turno para ser trabajadas como publicación. Ahora, para esta invitación de las compañeras chilenas del Grupo de Investigación y Lecturas Feministas, de la Universidad de Valparaíso, retomo aquella escritura pedida por las compañeras de Mendoza. Todo está interconectado. Pongo mis manos en ese amasijo que es mi memoria feminista. Las pongo en un amasamiento que dibuja un tránsito sinuoso, inacabado. […]

Gilda Luongo

Julieta Kirkwood: nacida de la ira

El tiempo de Julieta Kirkwod, los ochenta en Chile, impulsó el cultivo de la rebeldía feminista. Como nunca se sintió al “patriarca ridículo” tan próximo, tan absurdo en su autoritarismo y en su arbitrariedad amiga de la muerte. En ese territorio minado surgió la necesidad de preguntar cómo llegamos a estar allí, de ese modo, en medio de la opresión. Y en las respuestas tentativas, desde las mujeres, aparece una claridad que estaba dormida. En el intento político por resistir, por transformar esta sociedad hecha de prótesis, estratificada férrea y discriminadora en clases sociales, erigida desde una democracia tan frágil, incapaz de sostener un proyecto revolucionario transformador, algo se comienza a develar como extraño, perturbador, como sonando en otro tono. […]

Gilda Luongo

De zorras, lobas, aguafiestas feministas y ministra “regalona del patriarcado”

No, me digo, no es posible que en este pai?s la matriz patriarcal/colonial nos ponga la bota encima con tanta facilidad. En tiempos de pandemia, me digo, todo es posible. En tiempos de dictadura todo fue posible. Existe una especie de peso muerto que nos aplasta como en aquellos tiempos de la bota ci?vico-militar. Tanta miseria circulante, tanto abandono, tanta pobreza, tanta injusticia que emergio? en este ex oasis. Las fracturas geolo?gicas a la orden del di?a. Junto con ello tanta burla, tanta estulticia, tanta boberi?a, tanta necedad, tanta indolencia, tanta vacuidad que nos violenta desde los poderes de turno. Y asi?, de buenas a primeras, hombres columnistas con aires intelectuales (haciendo gala de la intertextualidad), califican a la presidenta del Colegio Me?dico como “zorra”. Izkia Siches, mujer sensible a las diferencias culturales de este pai?s, es capaz de situarse como sujeto en esa trama quemante de ge?nero/etnia/clase; profesional que ha puesto la palabra entendida en su materia, -la salud-; que ha develado un posicionamiento e?tico y poli?tico respecto de la crisis sanitaria; que se ha mostrado abierta a colaborar con el gobierno maltrecho de Pin?era, para que esta debacle pande?mica no sea naufragio definitivo; es maltratada sin ambages desde la palabreri?a burda de un hombre cualquiera. Esta mujer profesional, -dirigenta ma?xima del colectivo de su gremio-, por aparecer tal cual es en lo pu?blico es denostada y violentada. […]

Manuscritos y rarezas

Violencia a disidencias sexuales en Chile. El pre, durante y pos estado de emergencia del gobierno de Sebastián Piñera

¿Cómo creer que lxs pacxs son capaces de violar, de pegarles a las personas, así como lo han hecho? Es la pregunta que nos formuló la madre de una joven lesbiana violentada por carabineros, el día que fuimos a visitarla para insistir en que la joven formalizara la denuncia. Ella no nos habló de la violencia sufrida por su hija y durante la conversación ninguna de nosotras mencionó palabra alguna asociada a lesbianismo. Si ella no lo hacía, no lo haríamos nosotras, aun cuando sabíamos que su hija no lo ocultaba. Pensamos en la densidad de ese silencio y en cómo éste era parte de una trama más amplia de poder que colaboraba con que este tipo de violencias se desdibujara. […]