La materia de un nuevo deseo: la placenta placentera
El texto se propone reflexionar sobre una materialidad que disuelve de manera particular las dicotomías corporales: la placenta, la “torta materna”, cuerpo órgano-no órgano transitorio que ha devenido en la contemporaneidad a ser la materia de un nuevo deseo: el de la afirmación de una continuidad entre la vida y la muerte, el de la continuidad expresada en su fagocitación por la madre después del parto.
La nueva ritualidad expresada en ese gesto, beber o comer la placenta, honra una materia que permitió el origen y crecimiento de una nueva vida. Como tejido sin vida se lo hace ingresar en un nuevo flujo de materias y alterar de ese modo las bipolaridades de lo interno y lo externo, lo vivo y lo inerte. Hacer entrar ese tejido posparto y sin vida en el propio cuerpo, después de finalizada su misión orgánica, es darle un lugar nuevamente en la vida. Considerado habitualmente como desecho, se asimila ahora en su potente valor simbólico y carnal […]