En este artículo examino una serie de producciones de hijas de desaparecidos en Argentina. Los relatos ¿Quién te creés que sos? de Ángela Urondo Raboy (2012) y Aparecida de Marta Dillon (2015), y la instalación audiovisual Operación fracaso y el sonido recobrado de Albertina Carri (2015). Propongo que la experiencia de ser hija de desaparecidos y, luego, madre de nietos de desaparecidos, encuentra en la autoficción una forma de poder ser narrada y elaborada para sí y para otros. A partir de la experiencia de la propia maternidad, estas hijas despliegan un trabajo de narración y transmisión hacia las futuras generaciones, que supone una apertura hacia el futuro y una identificación con la propia madre. Ambas figuras de la madre, la madre-muerta y la hija-madre, se conforman como el motor de las obras. Escribir para saber, escribir como parte de un trabajo de duelo y también para transmitir y legar relatos a las futuras generaciones. […]