Un zulo propio
Beto Preciado me dijo que debía arrancar Devenir perra advirtiendo sobre las dificultades que debe superar una escritora auténticamente perra para centrarse, avanzar y concluir un libro. Precariedad económica y emocional regada con altas dosis de alcohol y espolvoreada por misteriosas sustancias. Mi manada y yo sumidas en una zozobra permanente, deliciosa muchas veces, aunque también desolada. Como una montaña rusa a la que se le hubiera bloqueado la posición de parada […]