Gilda Luongo

“Ya está corrido el telón”: Presentación del libro Nuestra historia violeta. Feminismo social y vidas de mujeres en el siglo XX: una revolución permanente, de María Angélica Illanes

En mis manos el texto-arpillera-sin final de María Angélica Illanes. En este tapiz tejido, bordado y cosido con mano memoriosa, la autora compone lugares de sujetos femeninos creadores-luchadores en el siglo XX en Chile. La investigadora parte en busca de sujetos femeninos con historias: “mujer que tiene sentido tranquea con pies de plomo” (Violeta Parra). De este modo aparecen mujeres con nombre propio en este texto (muchas de ellas antes no eran vistas) así espejean, resuenan, reverberan la hebra cantora-recopiladora-creadora de Violeta. Mujeres de pueblo, de origen humilde, de gran fuerza y tesón para hacerse un espacio en el mundo de la creación-ideación de este país nuestro. Difícil afán. Sujetos de una revuelta múltiple encadenados en puntadas finas, sutiles y otras de hilván, como para seguir enhebrando, encandelillando, para encender una y otra vez las revueltas íntimas y las del lazo social-político (Julia Kristeva). Texto-arpillera-crónica-violeta-sin final porque las historias/ relatos de las mujeres y de los feminismos -afortunadamente- no acabarán nunca. […]

Gilda Luongo

Presentación del libro En memoria de Simone de Beauvoir. Herencias, debates, lecturas inesperadas

Querida Simone de Beauvoir, sé cuánto estimabas la escritura de cartas y cuánto placer te proporcionaba esperar y recibir una con buenas noticias de algún remitente cercano a ti. Sé además, como interpretante de tus anhelos escriturales, todo lo que esperabas que dichos escritos guardaran para la posteridad. Cordón escriturario, al decir de Angel Rama (47), las epístolas atestiguan ese otro tiempo en que el pasado tuvo lugar. Guardar, atesorar estas escrituras que parecieran quedarse prendadas en un presente dilatado, tanto, que dura hasta que las manos reciben aquellas hojas, páginas en las que se deslizan los trazos pintados de las palabras que aluden a lo que ocurrió, aquello permanecerá como huella indeleble. En tus cartas, las duraciones se quedaban pegadas al anhelo de contarlo todo. Contar el cotidiano, los sueños y anhelos del porvenir, las preocupaciones del presente de la escritura, las tribulaciones de la vida diaria en sus minutos, los encuentros, las alteraciones de lo programado. Atrapar esos segundos. Un lazo escriturario para no sentir la soledad de manera tan abrupta: una compañía, un desahogo. Esa ‘intimidad de la ausencia’ (Violi, 87) se abriría, generosa, siempre desde tu pequeña pluma estilográfica de color rojo brillante, Parquer 51. Por fortuna, esta labor no quedaría guardada bajo siete llaves, se expandiría para integrar las torres de libros (otra Babel), palabras ideadas por ti que hoy tomamos en nuestras manos de mujeres latinoamericanas. […]

Gilda Luongo

Género y clase: una suave trama explosiva

“¿Qué es la obrera? La obrera es una máquina de carne, suyo sistema reproductor, ha sido transformado en productor. La obrera, o sea el caballo-hembra, desempeña, haciéndosela un honor –dos importantes papeles. Es artefacto sexo-sensual y es bestia de carga o máquina industrial. Ella debe durante el día trabajar en el taller o prisión, servir como una esclava y arrastrarse como un reptil para ganar su alimento miserable, el de sus hijos y parte del de su marido o amo. En la noche asear su casa, lavar la ropa, hacer de comer, acariciar a sus niños y servir de madre, de hija, de esposa y de animal tolerante y satisfaciente del hombre-perro que ladra, que come, que empuerca y halaga miserablemente- sin que nunca venga un rayo de luz, una nota dulce, una sonrisa, una esperanza, a tocar sonoramente sus delicadas fibras del corazón de la mujer que sufre y que siente. […]

Gilda Luongo

Perladas cicatrices: signos memoriosos en Pedro Lemebel

Pedro me llama, me invita, me abre la puerta de su casa. Yo entro en ella como “Pedro por su casa” y me contento en su terreno fértil. La risa fácil y el verbo aguja nos cubre siempre que estamos juntos. Así, de esta forma, cercana, próxima a lo amoroso, tomo esta otra invitación para leer y decir, públicamente, sobre su libro De perlas y cicatrices […]