Gilda Luongo

“Pintar-contar-sonar-imaginar-escuchar-leer-preguntar(me) con/en Nazca de Carolina Pezoa”

Imagen de la cubierta de Nazca: la fotografía en blanco y negro, un fragmento de un puente, una punta que mira hacia abajo. Me sitúo en este arriba para mirar, atisbar. Estoy en el puente. Puedo ir hacia uno de sus extremos, hacia el otro. Puedo mirar hacia abajo. Un puente deviene un “entre”, zona fronteriza, multiplica pasos, un paso, más bien hace posible desplazarse sobre el “entre”. Tal vez me quedo allí. Me sostienen unas vigas que pueden ser de acero y que tejen unas figuras geométricas. Construcción que quiere ser moderna, me digo. La ciudad se muestra también a partir de un fragmento que dibuja parte de una carretera fría que imagino veloz, una camioneta pequeña, de tono blanco, intenta sumergirse en esa vorágine, se ve solitaria, frágil aun cuando es un vehículo que se usa para el trabajo, esa producción de capital dinero en sus desplazamientos; unos árboles que parecen escuálidos, abandonados, perdidos, repartidos en la ciudad de cemento, en medio de unas construcciones que no favorecen a los habitantes, ellas circunscriben este fragmento de imagen. […]

Gilda Luongo

(Re)vueltas memoriosas de una (im)posible feminista añosa

Mirar(me). Las entrañables compañeras feministas mendocinas me piden “algo” de mí o sobre mí. Un escrito que diga mis caminos, sinuosos tránsitos vitales, autobiográficos. No lo he hecho hasta ahora de este modo. Sólo he vagado poniendo la piel y los ojos grandes en mis trayectos de investigación a manera de posicionamiento en relación con los lugares académicos (des)habitados. Esos lugares institucionales incómodos que solo amé en sus entradas y salidas escriturales. No obstante, si pienso más detenidamente, sí he producido, de modo fragmentario, textos creativos que intentan asediar lo autobiográfico para unas memorias que están en barbecho aún. Ya les llegará el turno para ser trabajadas como publicación. Ahora, para esta invitación de las compañeras chilenas del Grupo de Investigación y Lecturas Feministas, de la Universidad de Valparaíso, retomo aquella escritura pedida por las compañeras de Mendoza. Todo está interconectado. Pongo mis manos en ese amasijo que es mi memoria feminista. Las pongo en un amasamiento que dibuja un tránsito sinuoso, inacabado. […]

Achille Mbembe

Ambivalencias, certezas, singularidades y construcciones colectivas. Una experiencia maternal-no maternal desde los feminismos del Sur

Gilda Luongo es Doctora en Literatura por la Universidad de Chile. Escritora y docente, militante feminista, crítica e investigadora. Sus investigaciones han versado sobre escrituras latinoamericanas en conexión con la diferencia sexual, el feminismo, la memoria, el arte, la educación y la política. Vive en Santiago de Chile y tiene un hijo y una hija adultxs. En agosto de 2018 le hicimos llegar una entrevista escrita que dio lugar a extensas y profundas reflexiones. En aquel entonces nos propusimos analizar experiencias de maternidades / no-maternidades en pensadoras feministas del Sur, detectando núcleos de sentido, recurrencias, similitudes y diferencias. Buscamos develar de qué modo sus activismos feministas han sido una herramienta para hacerle frente a los embates de la maternidad heteropatriarcal, así como también una fuente de tensiones / ambivalencias. Como feministas atravesando la crianza de niños pequeños, nos resulta imperioso contribuir a la construcción de historias genealógicas maternales feministas de nuestras latitudes, que habiliten horizontes más libres y plenos para nuestras maternidades y no-maternidades. Aquí publicamos un extracto de dicha entrevista. […]

Gilda Luongo

Julieta Kirkwood: nacida de la ira

El tiempo de Julieta Kirkwod, los ochenta en Chile, impulsó el cultivo de la rebeldía feminista. Como nunca se sintió al “patriarca ridículo” tan próximo, tan absurdo en su autoritarismo y en su arbitrariedad amiga de la muerte. En ese territorio minado surgió la necesidad de preguntar cómo llegamos a estar allí, de ese modo, en medio de la opresión. Y en las respuestas tentativas, desde las mujeres, aparece una claridad que estaba dormida. En el intento político por resistir, por transformar esta sociedad hecha de prótesis, estratificada férrea y discriminadora en clases sociales, erigida desde una democracia tan frágil, incapaz de sostener un proyecto revolucionario transformador, algo se comienza a develar como extraño, perturbador, como sonando en otro tono. […]

Gilda Luongo

De zorras, lobas, aguafiestas feministas y ministra “regalona del patriarcado”

No, me digo, no es posible que en este pai?s la matriz patriarcal/colonial nos ponga la bota encima con tanta facilidad. En tiempos de pandemia, me digo, todo es posible. En tiempos de dictadura todo fue posible. Existe una especie de peso muerto que nos aplasta como en aquellos tiempos de la bota ci?vico-militar. Tanta miseria circulante, tanto abandono, tanta pobreza, tanta injusticia que emergio? en este ex oasis. Las fracturas geolo?gicas a la orden del di?a. Junto con ello tanta burla, tanta estulticia, tanta boberi?a, tanta necedad, tanta indolencia, tanta vacuidad que nos violenta desde los poderes de turno. Y asi?, de buenas a primeras, hombres columnistas con aires intelectuales (haciendo gala de la intertextualidad), califican a la presidenta del Colegio Me?dico como “zorra”. Izkia Siches, mujer sensible a las diferencias culturales de este pai?s, es capaz de situarse como sujeto en esa trama quemante de ge?nero/etnia/clase; profesional que ha puesto la palabra entendida en su materia, -la salud-; que ha develado un posicionamiento e?tico y poli?tico respecto de la crisis sanitaria; que se ha mostrado abierta a colaborar con el gobierno maltrecho de Pin?era, para que esta debacle pande?mica no sea naufragio definitivo; es maltratada sin ambages desde la palabreri?a burda de un hombre cualquiera. Esta mujer profesional, -dirigenta ma?xima del colectivo de su gremio-, por aparecer tal cual es en lo pu?blico es denostada y violentada. […]

Gilda Luongo

Durante la pandemia: “La esperanza es lo terrible”

Leo, devoro Sopa de Wuhan, como queriendo encontrar algo. “Algo”. Ese indeterminado. Algo que aliente mi respiro. Encuentro en su mayoría elaboraciones de filósofos viejos que elucubran sobre la pandemia desde su cómodo lugar eurocentrado. Sólo uno de ellos, escuálido, refiere a su temeroso lugar de tal, un anciano feble a expensas del virus. En su mayoría se refugian en la razón y en la ciencia, lejanos a su persona precaria y frágil, como si eso los salvara otra vez. Sólo María Galindo (la única mujer latinoamericana en la selección del libro), feminista boliviana, es respirable con su radicalidad sospechosa: jugar a contagiarse, prepararse para el contagio del virus, juntarse en ollas comunes, como en tiempos de emergencia política y de resistencia, desobedecer para resistir. La otra mujer, una filósofa española, me parece atractiva en su elaboración sólo porque sospecha del lugar del “nosotros” europeo que devora la atención mundial en su asfixia contagiosa. Butler me decepciona, tan centrada en USA y su posibilidad de salvación democrática en las políticas de salud desbaratadas una y otra vez en ese país mercantil. En fin, quedo agotada y con gusto a poco. Este despacho rápido de un libro, al parecer importante por el tratamiento del virus y la pandemia (¡qué importante son los filósofos-hombres-blancos!), es una insolencia. Sí, quiero ser aguafiestas otra vez. Pero qué esperaba, me pregunto, de ese conjunto de intelectuales privilegiados […]

Gilda Luongo

Vejez, revuelta, pandemia: un chasquido feminista

Un chasquido feminista. Leer ansiosa La vejez de Simone de Beauvoir por tercera vez. Tomar este libro denso para sentir, entender profundo la vida, la mutada, la metamorfoseada, la trastornada de una mujer en proceso de envejecimiento. Julia Rojas, feminista entrañable, lo puso en mis manos hace una década atrás. El deterioro senil de mi madre en sus noventa, volvió mis ojos grandes, entristecidos, a sus páginas por primera vez. La labor de investigación me obligó una segunda lectura. Ahora, Alondra Castillo, cantautora feminista de amar, con sus entrevistas sobre mi experiencia de la vejez, me re- volvió a Simone. Libros escritos por/para las mujeres feministas. Trayectos posibles para imaginar de modo interminable nuestras vidas. Compañías benéficas, provocadoras del sentipensar. […]