TESTIGO_MODESTO@segundo_milenio
El testigo modesto es quien envía y recibe los mensajes de mi correo
electrónico. Vamos a investigar cómo esta posición de sujeto está
entretejida en las redes aquí trazadas. El testigo modesto es una figura en la red narrativa de este libro, que trabaja para refigurar los sujetos, los objetos y el comercio comunicativo de la tecnociencia en diferentes tipos de
nudos. El proyecto de refiguración materializada me consume; creo que es lo que está ocurriendo en los proyectos mundanos del feminismo y la tecnociencia. Una figura une a la gente; una figura da cuerpo a significados compartidos en historias que habitan en sus públicos. Tomo el término
testigo modesto del importante libro de Steven Shapin y Simon Schaffer (1985), Leviathan and the Air-Pump: Hobbes, Boyle, and the Experimental Life. Para que sea visible la modestia a la que se refiere el párrafo anterior, el hombre –el testigo cuyo relato es un espejo de la realidad– debe ser invisible, es decir, un habitante de la potente “categoría no marcada”, que se construye en la extraordinaria convención de la auto-invisibilidad. En los
maravillosos y sugerentes términos de Sharon Traweek, tal hombre debe habitar el espacio percibido por sus habitantes como “la cultura de la no-cultura” (1988). […]